Mi concepto de Medicina holística se basa en 5 pilares:

1. ”Muchos problemas de salud corresponden a desequilibrios energéticos”

Detectar dónde se encuentra la disarmonía energética permite poder ofrecer soluciones. Una de mis herramientas fundamentales para ello es la Medicina China, siendo las posibilidades terapéuticas la acupuntura, la fitoterapia, la auriculoterapia y la alimentación energética.

Se pueden tratar muchos procesos tanto físicos como psicoemocionales, agudos y crónicos. Ampliar visión suele ser sinónimo de ampliar resultados.

2. “El cuerpo grita lo que la boca calla”

Siento que esta frase resume muy bien el hecho de que nuestro cuerpo físico, muchas veces, no es más que el “avisador” de lo que está ocurriendo en otros planos de nuestro Ser. La manifestación suele ser un síntoma físico y en cambio en un muy alto porcentaje de casos, es en nuestro cuerpo emocional, mental, energético o espiritual donde se encuentra el bloqueo. Bajo mi punto de vista, tener esta mirada unitaria e integradora de lo que somos y de los procesos por los que nos toca transitar, es esencial para entenderlos, abordarlos y poder descifrar el aprendizaje que nos traen.

3. “Qué comemos y qué hace nuestro cuerpo con ello”

Es crucial conocer qué necesita nuestro cuerpo, poder adaptar esas necesidades a las diferentes etapas vitales y saber interpretar las señales de aviso que nos manda, para identificar cuándo algo no va bien. Seguir los principios energéticos en la alimentación y fusionarlos con mis conocimientos científicos son las bases de lo que yo entiendo por ALIMENTACIÓN CONSCIENTE. A mí me ha aportado muchísimo a nivel personal y es uno de los pilares principales en mi día a día profesional. Tanto si quieres conocerte mejor, optimizar tu nivel de energía, como si padeces cualquier enfermedad, el conocimiento de qué tipo de alimentos son los más adecuados para tí y cómo cocinarlos, te facilitará una llave hacia tu bienestar.

4. “la tecnología tiene un papel fundamental en La Medicina del siglo XXI”

Reconocer, respetar y aprovechar el lugar de los avances tecnológicos y de investigación en el campo de la Salud y de la Comunicación: las barreras geográficas han quedado atrás gracias a la videoconsulta, los enormes avances diagnósticos, quirúrgicos, intervencionistas y farmacológicos son de un valor incalculable y a la vez, tener presente todo el conocimiento valiosísimo que nos han aportado medicinas ancestrales como la Medicina Tradicional China, la medicina que guardan las plantas, la medicina presente en el alimento y la medicina de la escucha, de la palabra, del sostén emocional. Hacer un uso consciente y responsable de todo ello, entendiendo que cada vía cumple su función y que en el saber integrar, eligiendo las herramientas adecuadas para cada caso y circunstancia, está la clave.

5. “Debemos aprender a optimizar nuestra salud no sólo centrarnos en combatir la enfermedad”

No me canso de repetir la importancia de la educación por y para la salud. Para que la prevención sea una realidad, tenemos que enseñar esta manera de entender y aplicar la medicina al mayor número de personas posible, sin dejar a nadie fuera: niñ@s, jóvenes y mayores. Colaborar en centros educativos dando talleres, charlas, en asociaciones, estar presente en las redes sociales divulgando conocimiento y ampliando visión, para mí es esencial. El autocuidado integral puede llevarse a cabo si tenemos herramientas para ello, si sabemos cómo hacerlo.

¿QUIÉN PUEDE BENEFICIARSE DE LA MEDICINA holísticA?

La respuesta es sencilla si te digo que todo el mundo. Tanto personas que quieran conocer herramientas para ayudar a mantener y mejorar su salud, como personas que padezcan algún proceso agudo o crónico.

Para ser más concreta te digo que los resultados son especialmente buenos si padeces DOLORES DE CABEZA, DOLORES MENSTRUALES, SÍNTOMAS ASOCIADOS A LA MENOPAUSIA, PROCESOS INTESTINALES COMO EL COLON IRRITABLE, ESTREÑIMIENTO, MALAS DIGESTIONES, ANSIEDAD, INSOMNIO, ESTRÉS Y TODAS SUS MANIFESTACIONES FÍSICAS. Siendo de mucha ayuda en el ACOMPAÑAMIENTO DE PACIENTES DIAGNOSTICADOS DE CÁNCER Y DE ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA.